El hombre siempre ha tenido una preocupación sobre lo que concierne a la divinidades lo ha convertido en creyente, o a otros los alejó totalmente de la fe. Por que el creer el un principio de fe. Cuando pienso que la fuerza humana no está para solucionar problemas, entonces la presencia de un Ser Superior es innegable. El hombre con su sabiduría y tecnología, no puede responder, sino que además no da solución a gran parte de las preocupaciones del ser humano.
Desde nuestro génesis humano, las fuerzas de la Naturaleza fueron nuestro dios….Las grandes civilizaciones de la Edad Antigua consideraron formas antropomorfas, zoomorfas y hasta fitomorfas para encargar peticiones a un dios. Con la llegada del Cristianismo, las creencias en un Dios único, predicado ya por el Judaísmo, convirtió al creyente en un adorador de ese Dios con una faceta diferente y distanciado de los de la antigüedad. El hombre creyó encontrar la respuesta a su fe, entregada por principio y convicción.
“De lo humano y lo divino”, es mi exposición que presente dioses griegos y romanos, así como iconografías de personajes cristianos. Es una tarea hermosa, porque consiste en estudiar pacientemente cada detalle para acercarse al personaje pintado. Es descubrir en cada representado un sinnúmero de expresiones, bondades y maleficios que dicen o desdicen de su personalidad y de qué manera pueden favorecer o afectar a sus creyentes.
Dios para mi es único en todas las etapas del hombre. No importa el nombre que tenga, tampoco interesa la representación que artistas y otros hacemos de él…sólo quiero entender que la fe mueve montañas y Dios es un gran alivio para el hombre en sus urgentes necesidades, eternas preocupaciones y dudosas existencias….
Dios para mi es único en todas las etapas del hombre. No importa el nombre que tenga, tampoco interesa la representación que artistas y otros hacemos de él…sólo quiero entender que la fe mueve montañas y Dios es un gran alivio para el hombre en sus urgentes necesidades, eternas preocupaciones y dudosas existencias….
Autor: Maestro Enrique Bustamante.
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